Uno de los comedores del restaurante.
El restaurante de un bonito pueblo del Alentejo para comer las mejores carnes, pescados y arroces de la costa de Portugal
Abierto en 1999, este local se encuentra entre los más emblemáticos de gastronomía tradicional portuguesa del país.
Más información: Ana Moura, la chef que dejó Arzak para abrir un restaurante en el pequeño pueblo portugués de su bisabuela.
Vila Nova de Milfontes es el pueblecito portugués de "las tres mentiras", como se le conoce entre los autóctonos, pues, "ni es una villa, ni es nuevo, ni tiene mil fuentes". ¡Y ni falta que hace! Esta freguesía (así se denomina en Portugal a la demarcación administrativa más pequeña) conquista a vecinos y turistas por sus bellas casitas blancas, sus inmensas playas bañadas por el Atlántico (algunos aseguran que son las mejores de la zona) y su gastronomía tradicional con producto de proximidad.
Entre los diversos restaurantes de esta pedanía sobresale uno que abrió sus puertas allá por el año 1999: Tasca do Celso, situado en el centro de la localidad (en Rua dos Aviadores), muy cerquita de un aparcamiento público que es perfecto para dejar el coche tranquilamente y despreocuparse comiendo en alguna de las agradables mesas del establecimiento.
El espacio del restaurante es amplio y acogedor, disponiendo de varios salones: uno pequeño e íntimo pensado para parejas o encuentros privados, y otro más gande para grupos, eventos de trabajo y celebraciones. También cuentan con un área de barra instalada sobre barricas de vino donde las tapas son las protagonistas.
Uno de los rincones de Tasca do Celso.
El exito de esta casa de comidas reside en una sólida carta que siempre garantiza a sus clientes pescado fresco del día acompañado de sabores locales y el toque personal de José Cardoso, propietario de Tasca do Celso y responsable de diseñar el menú.
Un menú que ofrece elaboraciones tan deliciosas como el pica-pau de cerdo alentejano, la ensalada de pulpo y cerdo 'a la Alentejana', la raia no tacho, los pimientos de padrón fritos en aceite de oliva, la cataplana de pescado, la sopa de cazón o el cabrito al horno.
José Cardoso, propietario de Tasca do Celso.
Motivo de orgullo son también sus arroces, entre los que destacan el de almejas o el de rape. En su apartado de pescados y mariscos, que adquieren de la lonja local, también encontramos lenguaditos fritos, bonito del Atlántico y la açorda de gambas. Por último, en cuanto a los postres, sirven dulces tan clásicos como la mousse de chocolate o las natillas caseras, aunque la tradicional sericaia es la gran estrella, un postre típico de Elvas (Alentejo) similar a un soufflé.
Para terminar la velada gastronómica en Vila Nova de Milfontes recomendamos que os acerquéis a Laréu Cafeteria para saborear un apetitoso café de especialidad y que visitéis Mabi, la que dicen que la mejor pastelería del distrito, famosa por sus croissants, sus bolas de Berlim (un clásico en las playas portuguesas en verano) y su pan de Dios.
